Nuestras naves rituales se hunden y nuestras casas comunales se desmoronan ante los maremotos y terremotos que hemos causado.
En un mundo así, los relatos se quedan huérfanos con la misma facilidad que las personas. Pero los relatos buscan a las personas, porque necesitan personas que los cuenten. Y las personas tienen tanta necesidad de relatos que contar como de zapatos, cuchillos y fuego. Los necesitamos porque los relatos son mapas del mundo; son resúmenes concentrados de realidad. Quienes no tienen relatos que contar, al igual que los relatos que no tienen quien los cuente, no sobreviven.
Robert Bringhurst, en Everywhere Being is Dancing, Kentville, Nova Scotia: Gaspereau Press, 2007, págs. 236-237
Ilustración inspirada en los dibujos de la cerámica Pueblo, Nuevo México
Homo Narrans 
Vaya entrada en este día! Día de la narración oral, Es una entrada en la que percibo tristeza, esperanza y una advertencia…., tiene el color azul, no me preguntéis por que, yo no lo se, algunas palabras yo las veo en colores y la entrada de hoy es azul…, Los relatos se quedan huérfanos sin nadie que los explique.. si, entiendo esa orfandad y eso me hace pensar en la anemona sin el pez payaso o el cangrejo ermitaño sin su concha, uno no existe sin el otro, uno cuida del otro, se protegen, se alimentan y sobreviven juntos…. pues lo mismo pasa con los cuentos, con los relatos, estos protegen al hombre, lo alimentan, lo cuidan, le enseñan a vivir…. con lo cual el hombre resulta imprescindible para seguir dando vida al relato eso si, haciendo lo mismo que el cuento con el…. protegiéndolo, alimentándolo y cuidándolo..
Hay cosas que se explican mejor contando un cuento, una historia, un relato, no deberíamos olvidarlo….
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