La narración de historias siempre podrá defenderse sola

RHINO HOM. NARRR

No estoy defendiendo el arte que practico. La novela, la narración de historias en general, siempre podrá defenderse sola. […]

La narración de historias puede defenderse sola. ¿Es esto cierto? ¿Han sido los censores tan ineficaces siglo tras siglo? Sí, lo han sido. Son ineficaces porque, al establecer las normas que los relatos no podían transgredir, y al hacer cumplir estas normas, no se dan cuenta de que el carácter ofensivo de los relatos no está en que transgredan normas concretas, sino en su capacidad para crear y alterar sus propias normas. […] Porque (y parodio un tanto esta postura) un relato no es un mensaje con un envoltorio, un envoltorio retórico o estético. No es un mensaje al que se añade un residuo, el residuo, el arte con el que el mensaje está recubierto por el residuo, formando la temática de la retórica o la estética, o la apreciación literaria. En las historias no hay añadidos. No están compuestas por una cosa a la que se añade otra, mensaje más vehículo, subestructura más superestructura. En el teclado con el que se escriben, la tecla + no funciona. Siempre hay una diferencia; y la diferencia no es una parte, la parte que queda atrás después de la substracción. La tecla – tampoco funciona: la diferencia lo es todo.

La narración de historias (dejen que me repita aún a riesgo de aburrirles) no es una forma de hacer que los mensajes sean, como suele decirse, ‘efectivos’. La narración de historias es otra [another] forma de pensar, una forma otra de pensar [an other mode of thinking]. Es más venerable que la Historia, tan antigua como la cucaracha. Como las cucarachas, las narraciones pueden consumirse. No hay más que arrancarles las alas y echarles un poco de sal. Son nutritivas, hasta cierto punto, aunque si lo que de verdad quieres es nutrición probablemente la buscarás por otro lado. Las cucarachas también pueden colonizarse. Puedes atraparlas en una trampa para cucarachas, criarlas (con gran facilidad), concentrarlas en granjas de cucarachas. Puedes atravesarlas con alfileres y ponerlas en vitrinas, etiquetadas. Puedes usar sus alas para cubrir las pantallas de las lámparas. Puedes realizar diminutas disecciones de su sistema respiratorio, puedes teñirlas, fotografiarlas, enmarcarlas y colgarlas de la pared. Puedes, si quieres, secarlas y, hacerlas polvo y mezclarlas con explosivos de alta potencia y transformarlas en bombas. Puedes incluso hacer relatos sobre ellas, como hizo Kafka, aunque esto es muy difícil. Una de las cosas que, según parece, no puedes hacer, es erradicarlas. Se reproducen, como dice el tropo, como moscas, y en las circunstancias más crudas. Se desconoce el motivo por el que están en la Tierra, la cual, probablemente, sería un lugar más agradable –sin duda más fácil de entender– sin ellas. Se dice que seguirán aquí cuando nosotros, y todos nuestros artefactos, hayamos desaparecido.

A esto se le llama parábola –una forma cultivada por grupos marginales, grupos que no tienen lugar en las corrientes dominantes, en la trama principal de la Historia–, porque es difícil determinar qué es lo que quiere decir.

Al final, sigue habiendo una diferencia entre una cucaracha y un relato, y la diferencia sigue siéndolo todo.

J. M. Coetzee, “The Novel Today”, Upstream , vol. 6, 1988, págs. 3-4
Ilustración inspirada en el dibujo de un rinoceronte en la Cueva de Chauvet, Francia

 

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Un comentario en “La narración de historias siempre podrá defenderse sola

  1. Estoy totalmente de acuerdo. Posiblemente tiene relación con esa capacidad que tienen los insectos de hacerse resistentes a cualquier insecticida que podríamos equiparar a los censores que con sus flis,flis,flis de normas intentan retener, encauzar, someter, dirigir a la novela, a la narración de historias…Pues no ! no podrán erradicarlas nunca ,las historias no morirán, jamas serán sometidas, saltaran, harán surf, nadaran, sabrán sobrevivir, por que ya lo han hecho y seguirán haciéndolo en cualquier condición y momento forma parte de su esencia. Su poder de resistencia ha hecho a muchas de ellas legendarias, así que tendremos historias para rato..

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