El autor anónimo de la saga irlandesa del siglo XIV Altram Tige Dá Medar, «La nutrición de la casa de las dos vasijas de leche» cuenta la conmovedora historia de Ethne, una muchacha del mundo de los sidhe, seres parecidos a los humanos que viven en los túmulos y montículos de Irlanda y son inmortales. Después de ser avergonzada por Finbarr, hermano de Aengus, su padre adoptivo, Ethne sólo puede alimentarse de la leche de dos vacas traídas de la India que ella misma debe ordeñar. Siglos después, Ethne, que ha alcanzado la humanidad, y por tanto la mortalidad, gracias a su conversión al cristianismo, muere en brazos de san Patricio. La conclusión de la saga es como sigue:
Y Patricio ordenó que no se durmiera ni conversara durante la narración de esta historia, y no se contara sino a un puñado de buena gente, para que así se la escuchara mejor; muchas otras virtudes obtuvo [el relato], como se dice en esta elegía:
Cava la tumba de la generosa Ethne
en el camposanto junto al Boyne de verdes aguas.
Por la doncella de radiante conocimiento
no se alegrará la hueste de Aengus.
Yo [Patricio] y Aengus, diestro en las armas,
dos cuyas intenciones secretas difieren,
no tuvimos sobre la superficie de esta tierra
otra amada como Ethne.
Legaré estas virtudes
al relato de Ethne del bello Maigue.
Éxito con los niños, éxito con una hermana o hermano de leche,
para aquellos a los que el relato sorprenda durmiendo con bellas mujeres.
Si hablas de «La nutrición»
antes de embarcarte en una nave o bajel
regresarás salvo y próspero
sin daño de las olas y marejadas.
Si hablas de «La nutrición»
[antes de asistir a un] juicio o cacería,
tu caso [prosperará],
todos serán sumisos ante ti.
Narra la historia de Ethne
cuando lleves a casa una esposa espléndida;
buena será la decisión tomada:
ella será un éxito como consorte y madre.
Narra la historia de la noble Ethne
antes de entrar en un nuevo salón para banquetes:
no incurrirás en enconadas peleas ni locuras,
no blandirás armas aguerridas y afiladas.
Cuenta, acompañada por un instrumento
la historia de Ethne a un rey de copioso séquito:
no tendrá motivo de arrepentirse,
siempre que escuche sin conversación.
Si le cuentas esta historia
a los cautivos de Irlanda,
será como si abrieras
sus grilletes y ataduras.
Una bendición para el alma
que ocupó el bello cuerpo de Ethne;
todo el que posea esta elegía
alcanzará su objetivo.
[…]
Que se escriban en nuestras escuelas,
los milagros generosos de Ethne, y que se vean.
Que su cuerpo yazga en este mundo nuestro,
y en el cementerio sea enterrado.
Lilian Duncan, “Altram Tige Dá Medar”, Ériu, vol. 11, 1932, pp. 224-225
Ilustración inspirada en la imagen de un kamon japonés
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