De las entrañas de los vivos

[Que mi trabajo no es pequeño] es cosa patente pues, habiendo falta de escrituras, tengo de andar mendigando de uno en otro, sacando de las entrañas de los vivos lo que vieron los ojos de los muertos, haciendo presentes las cosas pasadas, y las que están ya en las tinieblas del olvido envueltas sacarlas a la luz y memoria.

Fray Alonso de Espinosa, Historia de Nuestra Señora de Candelaria, edición de Alejandro Cioranescu, Santa Cruz de Tenerife: Goya Ediciones, 1980, p. 16; la primera edición es de 1594

Ilustración inspirada en un estandarte turco

El lugar de los mitos

Los bella coola coinciden en que el más importante de sus seres sobrenaturales es Älquntäm, la divinidad suprema, creador de hombres y animales […]. Otros nombres con los que se le conoce se detallan a continuación:

[…]

Smaiaikila, «El hombre cuento», porque Älquntäm creó los mitos ancestrales al mismo tiempo que creó la humanidad. […]

Smaialotla, «De quien proceden, y a quien pertenecen, todos los mitos». Como creador de mitos tenidos en muy alta estima, la divinidad suprema es su dueño.

[…]

Aunque Älquntäm mora a menudo en el sol, su hogar está en la tierra plana encima del cielo, una casa enorme que figura de manera destacada en la mitología bella coola y en el pensamiento actual. […] [Uno de los nombres de la casa es] Nusmäta, «El lugar de los mitos».

T. F. McIlwraith, The Bella Coola Indians, vol. 1, Toronto: University of Toronto Press, 1948, págs. 32, 34

Ilustración inspirada por una escultura que representa un ancestro en Indonesia

La araña es la fuente y origen de todos los relatos

ANANSESEM02_HN

 

Ohinto anansesem nkyere Ntikuma.

Nadie cuenta cuentos a Ntikuma.

Anansesem. Literalmente, “palabras sobre la araña”, pero este es el término utilizado para todo tipo de historias, incluso aquellas en las que no aparece para nada la araña.

Ntikuma. El hijo de la araña. Puesto que la araña [Ananse] es la fuente y origen de todos los relatos, del hijo, Ntikuma, cabría suponer que conoce todos los relatos del mundo, al habérselos escuchado a su padre. El proverbio se utiliza en el sentido de “eso ya me lo sé, cuéntame algo que no sepa”.

Ashanti, África Occidental; R. S. Rattray, Ashanti Proverbs (the primitive ethics of a savage people), Oxford: Clarendon Press, 1916, n.º 183, págs. 75-76