El recital [de un narrador profesional iraní] dura aproximadamente una hora y media. […] El relato se narra por entregas, y se cuenta un segmento nuevo cada sesión. […] El narrador controla el tiempo con mucho cuidado. Si excede el tiempo asignado, el público podría marcharse antes de que haya terminado. Cuando el tiempo asignado acaba, el narrador concluye su relato y bendice a quienes le dan dinero.
Mary Ellen Page, “Professional storytelling in Iran: Transmission and practice”, Iranian Studies, vol. 12, 1979, pp. 197-198
Ilustración inspirada en la cerámica de la cultura Mimbres, Nuevo México