Cuando, en el clímax de la Odisea, el disfrazado Odiseo –que se prepara para abatir a los intrusos que le están robando y cortejan a su esposa–, arma su gran arco “cual un hábil citarista y cantor tiende fácilmente con la clavija nueva la cuerda”, y tañe el arma para producir una nota musical. Con este símil espléndido, Homero fusiona los hechos sobre los que canta con el arte del cantor. El canto crea al héroe, pero héroe también crea el canto.
James Romm, “A Journey into Homer’s World”, New York Review of Books, Septiembre 23, 2021, pág. 51
Ilustración inspirada en la cerámica de la cultura Mimbres, Nuevo México
…Y con esa espada alada ordena el mundo..
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Bonita imagen, Alicia
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