La extraña expresión de sus ojos mientras cantaba

La hija del kapala [cacique del pueblo] y una compañera exigieron dos florines cada una por contarme folklore, ante lo cual expresé mi deseo de escuchar primero lo que podían contar. La compañera insistió en que antes el dinero, pero la esposa del kapala, que era una mujer encantadora, empezó a cantar, y su amiga se unió a menudo a la canción. Se trataba de la oración preliminar, sin la cual no se podían contar historias. La mujer era una blian [chamán], y su forma de narrar leyendas, me informó, consistía en delinear relatos en forma de canción.

Puesto que no tenía a nadie para que me tradujera, de mal grado me vi obligado a renunciar a su demostración, aunque encontré interesante observar la extraña expresión de sus ojos mientras cantaba, y la apariencia de estar en trance que mantenía. Otro aspecto notable era el intenso apego de sus perros, que centraron constantemente sus ojos en ella, y acompañaron sus movimientos con extraños sonidos guturales.

Dayak, Borneo central; Carl Lumholtz, Through Central Borneo: An Account of Two Years’ Travel in the Land of the Head-Hunters Between the Years 1913 and 1917, Singapur: Oxford University Press, págs. 137-138

Ilustración inspirada en una pintura rupestre de Kimberley, Australia

Deja un comentario