No cuentes nunca un sólo cuento. Añade siempre un segundo. De ese modo, el otro se tendrá en pie.
Tom Lowenstein, Ancient Land: Sacred Whale: The Inuit Hunt and Its Rituals, London: The Harvill Press, p. xii
Ilustración inspirada en un textil contemporáneo sudafricano
Que bonito y que sencillo….me lo imagino…un cuento ayuda a otro a sostenerse…Esta tarde voy a ver Helena y a Carmen haciendo malabarismos con los cuentos…
Estupendo !!
Me gustaMe gusta
Como siempre, fue genial tenerte, Alicia. Bsos Helena 🙂
Me gustaMe gusta