La epopeya de los nyanga no es un texto que se recite sólo en determinados momentos o en ocasiones ceremoniales altamente esotéricas. No hay en ella nada secreto; está destinada a que todo el mundo la escuche y la disfrute. Normalmente un jefe o cabecilla, o simplemente – para proporcionar entretenimiento a su gente y a sus huéspedes –, la persona de más edad de un grupo de personas emparentadas, invita al bardo para que recite al anochecer varios episodios de la epopeya, alrededor de la choza de los hombres, en medio del poblado. Una muchedumbre de personas de ambos sexos, jóvenes y de más edad, acuden para escuchar, o más bien para ser oyentes participativos. […] Lo interesante es que el narrador jamás recitará el relato de principio a fin en una secuencia completa y consecutiva, sino que recita de forma intermitente diversos pasajes escogidos del mismo. El señor Ruerke, cuya epopeya se ofrece aquí, ha aseverado una y otra vez que nunca antes había recitado el relato completo en un periodo de días sucesivos.
Daniel Biebuyck y Kahomb C. Mattene, The Mwindo Epic from the Banyanga (Congo Republic), Berkeley and Los Angeles: University of California Press, 1969, pág. 13-14
Ilustración inspirada en instrumento chamánico de Indonesia