Podías estar sentado dentro de tu cabaña en un campamento invernal, en plena nevada, y de pronto –porque no llamábamos a la puerta– de pronto el cobertor de la entrada se abre y entra gateando un tipo con todo el pelo y el abrigo cubiertos de nieve, sacudiéndosela, y se trataría de un loco de la tormenta que acababa de salir del temporal. [Estos locos de la tormenta] deambulaban de campamento en campamento contando historias, llevando noticias. Se les consideraba a decir verdad hombres-medicina, personas notables. Se les tenía simplemente por un poco locos, por eso los llamaban “locos de la tormenta».
Ron Evans, narradormetis del Canadá, citado por Dan Yashinski, Suddenly they heard footsteps, Jackson: University Press of Mississippi, 2006, págs. 29-30
Esta imagen resulta muy espectacular, me parecería algo sobrenatural, de repente entra un ser todo peludo a cuatro patas y se pone se pie…si fuera un niño me quedaría petrificado y encantado sabiendo que con el llegan historias fascinantes, es como ver alguien salido de otra dimensión entrado en otra por un portal mágico, tenia que ser impresionante..
Esta imagen resulta muy espectacular, me parecería algo sobrenatural, de repente entra un ser todo peludo a cuatro patas y se pone se pie…si fuera un niño me quedaría petrificado y encantado sabiendo que con el llegan historias fascinantes, es como ver alguien salido de otra dimensión entrado en otra por un portal mágico, tenia que ser impresionante..
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